Intervención en el panel “El ascenso del populismo y las elecciones presidenciales en América Latina: giro a la izquierda o a la derecha”. Encuentro internacional de Think Tank, Montevideo, 2018.
(I)
Comprender las democracias latinoamericanas en las próximas décadas, es un reto bajo incertidumbre y seguros desaciertos. Por ello, necesitamos coordenadas que permitan visualizar posibles comportamientos. Algunas son las siguientes:
- El tradicional esquema Derecha-Izquierda no posee el suficiente poder explicativo para comprender los cambios sociales, tecnológicos y políticos actuales y futuros.
- La crisis de representación de la democracia no encuentra cauces para satisfacer las expectativas ciudadanas.
- Los liderazgos carismático-autoritario-populistas (y militaristas como el venezolano), son una respuesta con pies de barro ante la evolución de tales expectativas. Steven Pinker ha afirmado que “los populistas están en el lado oscuro de la historia (…) tienen en común una mentalidad tribal” (1).
- La respuesta populista latinoamericana es una constante en su historia. Las instituciones imparciales son la excepción.
- La “desafección democrática” contemporánea se expresa, según Pierre Rosanvallon (2), en “el declive del desempeño democrático de las elecciones”.
- El programa liberal basado en el reconocimiento del individuo, los derechos humanos, el mercado y la democracia, se impuso globalmente en las últimas cinco décadas, luego de una larga batalla contra el programa del colectivismo. Sin embargo, se encuentra en marcha una transformación tecnológica planetaria que contradice el principio del libre albedrío y compromete la democracia, tal como se construyó desde el siglo XVIII (3).
(II)
Respecto a la transformación de la democracia, es indispensable señalar que:
- Las elecciones han disminuido su eficacia como instrumento idóneo de la representación del pueblo, que es su principal función desde que se institucionalizó el sufragio universal. Generan menos legitimación y control de los representantes.
- El poder ejecutivo y el Presidente (electo o parlamentario), han asumido la Centralidad de las democracias. Es lo que Rosanvallon define como la “Presidencialización de las democracias”. La representación disminuye toda vez que el Presidente no representa. Se sucede un ciclo de aparición de líderes carismático-populistas que ofrecen la redención. Este fenómeno se observa no solo en Latinoamérica. Es común en Europa y ahora en EE.UU.
- El problema de hoy es la complejización del mundo social, donde surgen múltiples identidades con nuevas percepciones y expectativas, que no encuentran cabal respuesta en el presidencialismo y en las instituciones de las democracias. Se ha desvanecido la institución invisible de la “Confianza”, como la entiende Niklas Luhmann (4). Transitamos un camino donde dominan las relaciones pasividad-miedo y cólera-impotencia. Este vacío lo llenan los discursos populistas, cuyo simplismo propone reducir la complejidad (y angustia) al “pueblo”, sin lograrlo.
(III)
En cuanto a las transformaciones tecnológicas, es necesario tener presente que:
-
- Está en marcha-desde hace al menos medio siglo-un salto de la humanidad sobre los hombros de los algoritmos (5) informáticos y la biotecnología. El ideal liberal del Humano-Individuo que soporta al libre albedrío, se encuentra comprometido (6). Michael Gazzaniga (7) descubrió que el cerebro humano no posee un Yo sino, al menos, dos. Sobre todo uno encargado de inventar narraciones plausibles que den sentido a la vida. Un Yo-Narrador que contradice al Yo-Racional que toma decisiones sobre datos precisos (votar, por ejemplo)
- Ese Yo se enfrenta a un aluvión de dispositivos-herramientas-estructuras, que cercan el libre albedrío. Ese instrumental se soporta en complejos algoritmos que procesan un volumen de datos que no puede captar el humano. Es la base de la Inteligencia Artificial y la Robótica. La mayoría de las actividades humanas creadas a partir de la Revolución Científica (8) se basaron en el Yo-Racional: la educación, la salud, la justicia, el transporte, el tiempo libre. Estos sistemas son la base del Estado de Bienestar, hoy con profundas limitaciones (9), toda vez que los algoritmos harán obsoletos los trabajos y oficios tradicionales.
- Yuval Harari (10) afirma: “Puesto que tanto el volumen como la velocidad de los datos están aumentando, instituciones venerables tales como las elecciones, los partidos políticos y los parlamentos podrían quedar obsoletas, y no porque sean poco éticas, sino porque no procesan los datos con la suficiente eficiencia” ”Mientras el tiempo de la política no ha cambiado mucho desde los tiempos del vapor, la tecnología ha pasado de la primera a la cuarta. Las revoluciones tecnológicas dejan ahora rezagados a los procesos políticos, lo que hace que tanto los parlamentos como los votantes pierdan el control” ”Sencillamente, nuestras estructuras democráticas actuales no pueden recopilar y procesar los datos relevantes con la suficiente rapidez. De ahí que la política democrática tradicional pierda el control de los acontecimientos y no consiga proporcionarnos unas visiones de futuro significativas”. (11)
(IV)
Cómo abordar los cambios y el futuro:
- Estamos obligados a apropiarnos del conocimiento acerca de las transformaciones en marcha, para discutirlas abiertamente y comprender cómo se está alterando la lógica de la sociedad, inclusive a riesgo de entrar en conflicto con nuestras propias creencias. Sobre todo, la mutación de la Política y del modelo liberal dominante.
- Latinoamérica no puede verse como un territorio distinto a la sociedad planetaria. Debemos superar un atávico complejo en relación a los países desarrollados. Es una visión obsoleta que limita dar un salto en el pensamiento. Tenemos que asumirnos como una sociedad global abierta.
- Para transformar la democracia, Rosanvallon propone “Complejizar la democracia”. Esto es: i) Crear una representación narrativa que le permita al ciudadano ver reflejada su vida en la actuación del sistema político; ii) Crear espacios imparciales, o sea, instituciones que nadie pueda apropiarse; iii) La clave es el control de la sociedad sobre el poder: ir de una democracia de autorización a una democracia de ejercicio para crear una democracia de confianza/apropiación; iv) Pasar de la idea de la Voz del Pueblo a la de El Ojo del Pueblo. Es la idea de Contra-democracia o desconfianza positiva; v) El gran combate de nuestro tiempo es la Complejización democrática (vs) Simplificación democrática. Un modelo de democracia que debe interrogarse y ser una experiencia viva y exigente.
- Los partidos y la sociedad civil latinoamericanos requieren sumergirse en la discusión sobre las transformaciones en marcha, para evitar la formulación de políticas sobre realidades que están cambiando o que ya no existen.
Citas
(1) Steven Pinker. Entrevista en El País de España, por Adam Glazman, 06/07/2018.
(2) Pierre Rosanvallon. La democracia del siglo XXI. Nueva Sociedad N° 269. Mayo-junio 2017. Pp. 148-162
(3) Yuval Harari. Homo Deus. Breve historia del mañana. Debate, Penguin Random House, Barcelona 2017.
(4) Niklas Luhmann. Confianza. Anthropos. México 1996.
(5) Conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución de un tipo de problemas.
(6) Steven Pinker, psicólogo cognitivo, es uno de los líderes de la nueva concepción del mundo de las ciencias de la vida. Pinker defiende férreamente los logros de la Ilustración y el progreso de la sociedad moderna, en la cual el programa del liberalismo triunfó por encima del programa de los enfoques colectivistas. Ver: “En defensa de la Ilustración”, Paidos, 2018.
(7) Michael Gazzaniga. ¿Quién manda aquí? El libre albedrío y la ciencia del cerebro.. Paidos, Barcelona, 2012.
(8) Respecto a la era de la Revolución Científica, que sucedió a la Revolución Agrícola hace poco más de cinco siglos, ver: Yuval Harari. Sapiens. De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad. Debate. USA, 2017, 3ª edición.
(9) Las limitaciones intrínsecas del Estado de Bienestar y su futura autodisolución, fueron explicadas de manera visionaria por el sociólogo alemán Niklas Luhmann en su texto “Teoría política en el Estado de Bienestar”. El trabajo fue publicado por vez primera en 1981, hace 37 años. Ver la edición de Alianza Universidad de 1997, con un estudio introductorio de Fernando Vallespín.
(10) Yuval Harari. Homo Deus. Breve historia del mañana. Debate, Penguin Random House, Barcelona 2017.
(11) “El capitalismo no derrotó al comunismo porque fuera más ético, porque las libertades individuales fueran sagradas o porque Dios estuviera enfadado con los paganos comunistas. Por el contrario, el capitalismo ganó la Guerra Fría porque el procesamiento de datos distribuido funciona mejor que el procesamiento de datos centralizado, al menos en períodos de cambios tecnológicos acelerados”. Harari, Op. Cit. P. 404. Resaltado nuestro.
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